Mi Comprensión de la Expiación
La expiación, como la entiendo, es una obra gloriosa de reconciliación y misericordia que refleja el carácter redentor y restaurador de Dios. Se fundamenta en el perdón y la gracia, y se aleja de nociones que impliquen apaciguamiento o satisfacción de la ira divina. En cambio, mi comprensión se centra en la revelación de la justicia de Dios y Su acción reconciliadora hacia los suyos.
1. La Expiación No Se Completa en la Muerte, Sino en la Resurrección y Ascensión
La muerte de Cristo no es el fin de la expiación, sino el medio necesario para que la sangre, símbolo de vida, sea derramada. La expiación encuentra su plenitud cuando Cristo, como Sumo Sacerdote, entra al Lugar Santísimo celestial después de su resurrección y ascensión, por medio de Su sangre para realizar la purificación y reconciliación.
- Hebreos 9:12: "Y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención."
- Hebreos 7:25: "Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por medio de él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos."
2. El Rol de Cristo como Sumo Sacerdote
Cristo adquiere la categoría de Sumo Sacerdote tras su resurrección, y es en esta función donde lleva a cabo la expiación. Su entrada al Lugar Santísimo celestial marca el cumplimiento de la obra redentora, ya que es allí donde presenta Su sangre como evidencia de la reconciliación lograda para los suyos.
- Hebreos 4:14-15: "Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado."
- Hebreos 9:24: "Porque Cristo no entró en un santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios."
3. La Expiación Como Acto de Purificación
Entiendo que la expiación tiene un fuerte componente de purificación. Esta limpieza abarca tanto los inmuebles relacionados con el culto (como el tabernáculo y los cielos) como la reconciliación del ser humano con Dios. La purificación es esencial para que el perdón divino se manifieste plenamente.
- Levítico 16:19: "Rociará con el dedo siete veces la sangre sobre el altar, y así lo limpiará y lo santificará de las impurezas de los hijos de Israel."
- Hebreos 10:22: "Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia y lavados los cuerpos con agua pura."
4. El Significado de la Sangre
La sangre de Cristo no es un simple símbolo de muerte, sino de vida victoriosa y acceso al Trono de la Gracia. Es el medio por el cual se logra la purificación, y marca el camino hacia la reconciliación, revelando la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte.
- Levítico 17:11: "Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona."
- Hebreos 9:22: "Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión."
5. El Trono de la Gracia (Hilasterion)
El Hilasterion, que entiendo como el Trono de la Gracia mencionado en Hebreos, es el lugar donde la misericordia de Dios se manifiesta y Su justicia se revela plenamente. Es aquí donde los creyentes encuentran reconciliación, restauración y perdón.
- Éxodo 25:21-22: "Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré. Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio."
- Hebreos 4:16: "Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro."
6. La Expiación Desde el Perdón y la Gracia
Mi enfoque de la expiación se basa en el perdón y la gracia. La expiación no implica un cambio en Dios, sino en el ser humano que es reconciliado con Él. Dios no necesita ser apaciguado ni su ira aplacada. En cambio, Él actúa misericordiosamente para traer reconciliación y restauración. Esta obra está motivada por Su fidelidad, Su amor inmutable y Su deseo de redención.
- Salmo 103:10-12: "No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen."
- Isaías 43:25: "Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados."
7. El Uso de Kaphar y Sus Derivados
En mi estudio de las Escrituras, he observado que la palabra hebrea kaphar y sus derivados nunca se traducen ni se relacionan con palabras hebreas que impliquen ira, como af (אַף) o chemah (חֵמָה). Además, ninguna palabra hebrea relacionada con la ira se traduce en la Septuaginta con palabras griegas como hiláskomai o sus derivados (hilasmos, hilasterion), las cuales están directamente vinculadas con el perdón, la misericordia y la reconciliación. Esto refuerza mi comprensión de que la expiación no está relacionada con el apaciguamiento de la ira divina, sino con la purificación, reconciliación y restauración del ser humano a través de la gracia de Dios.
- Levítico 16:30: "Porque en este día se hará expiación por vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová."
- Isaías 6:7: "Y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado."
- Lucas 18:13: "Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador."
8. El Contexto de los Sacrificios en el Antiguo Testamento
Los sacrificios del Antiguo Testamento son tipos y sombras que apuntan a la obra redentora de Cristo. Distingo entre sacrificios de pacto y sacrificios de expiación, entendiendo que cumplen funciones diferentes. Por ejemplo, el sacrificio de expiación se centra en la purificación y reconciliación, mientras que los sacrificios de pacto se basan en sacrificios de paz que celebran la relación restaurada.
- Hebreos 10:1: "Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan."
- Éxodo 24:8: "Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas."
9. La Justicia de Dios en la Expiación
La justicia de Dios no es una justicia que condena, sino que redime, restaura y salva. En la expiación, Dios actúa en fidelidad a Su carácter y a Su relación con Su pueblo. La reconciliación es obra de Dios, quien transforma al ser humano y lo lleva a Su presencia.
- Isaías 5:7: "Porque la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá planta deliciosa suya. Esperaba juicio, y he aquí vileza; justicia, y he aquí clamor."
- Romanos 3:25-26: "A quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia... para que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús."
10. La Expiación en el Nuevo Pacto
La muerte de Cristo inaugura el Nuevo Pacto, y Su obra como Sumo Sacerdote, que es posterior a su resurrección y ascensión, lo confirma plenamente. Este Nuevo Pacto se basa en la sangre de Cristo, que garantiza el perdón, la purificación y la reconciliación de los creyentes con Dios.
- Hebreos 8:6: "Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas."
- Mateo 26:28: "Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados."
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