La Sinonimia entre כָּפַר (kaphar) y Perdonar (ἀφίημι), y entre סָלַח (salach) y ἱλάσκομαι (hilaskomai) en la Septuaginta
La traducción de la Biblia hebrea al griego, conocida como la Septuaginta (LXX), no solo fue un ejercicio lingüístico, sino también una reinterpretación teológica que buscaba transmitir conceptos hebreos en un idioma diferente con sus propias connotaciones y estructuras. En este ensayo, se analizará cómo la LXX traduce los términos hebreos כָּפַר (kaphar) y סָלַח (salach) con palabras griegas como ἀφίημι (aphíēmi) y derivados de ἱλάσκομαι (hiláskomai), argumentando que, en ciertos contextos, los traductores los usaron de manera intercambiable para expresar conceptos de perdón y expiación.
1. Contexto y Propósito de la Traducción de la LXX
El objetivo principal de los traductores de la LXX era hacer accesible la Biblia hebrea a la comunidad judía de habla griega. En este proceso, debían encontrar equivalentes para términos teológicos hebreos en un idioma con un sistema de pensamiento diferente. El hebreo bíblico presenta conceptos como כָּפַר (expiación) y סָלַח (perdón), los cuales tienen un trasfondo ritual y espiritual profundo. Al traducir estos términos, los traductores de la LXX usaron palabras griegas que, en algunos casos, podrían parecer superficiales, pero que en realidad intentan capturar la esencia y profundidad de los conceptos originales.
2. Isaías 22:14: כָּפַר Traducido como ἀφίημι
En Isaías 22:14, el hebreo utiliza כָּפַר para describir una acción que no será realizada: "esta iniquidad no será expiada para vosotros hasta que muráis." En la LXX, el término כָּפַר se traduce como ἀφεθήσεται (aphethēsetai), la forma pasiva futura de ἀφίημι, que significa "será perdonado". Esta elección de los traductores de la LXX es significativa porque sugiere una flexibilidad en la interpretación: en lugar de usar un término griego que refleje directamente la idea de "expiación" (como ἱλάσκομαι), optaron por un término que enfatiza el resultado de la expiación: el perdón.
Este uso de ἀφίημι para traducir כָּפַר indica que, en la mente de los traductores, expiación y perdón eran conceptos estrechamente conectados. Para ellos, la expiación no era solo un acto ritual, sino un medio para lograr el perdón divino. Así, en este contexto, ἀφίημι se convierte en una traducción apropiada, ya que encapsula el propósito final de כָּפַר: la reconciliación y el perdón.
3. Salmo 103:3: סָלַח Traducido como un Derivado de ἱλάσκομαι
En el Salmo 103:3, se utiliza la palabra סָלַח para referirse al perdón de Dios: "Él es quien perdona todas tus iniquidades." En la LXX, el término סָלַח se traduce con un derivado de ἱλάσκομαι, εὐιλατεύοντα (euilateúonta), que implica ser propicio o perdonar. Este uso es especialmente relevante porque ἱλάσκομαι y sus derivados generalmente se asocian con la expiación y la propiciación en el sistema sacrificial.
El hecho de que סָלַח se traduzca como un derivado de ἱλάσκομαι muestra cómo los traductores de la LXX vieron una relación entre el perdón y la expiación. Para ellos, el acto de Dios de perdonar no era un simple acto judicial, sino un proceso de reconciliación que implicaba un sacrificio y la restauración de la relación con el pecador. Al elegir un término que tiene implicaciones expiatorias, los traductores unieron teológicamente el perdón y la expiación, sugiriendo que, en el contexto divino, ambos son inseparables.
4. Daniel 9:9 y la Importancia de סַלְחָה (selhah)
En Daniel 9:9, se lee: "Al Señor nuestro Dios pertenecen las misericordias y las expiaciones." El hebreo סַלְחָה (selhah) se traduce en la LXX con un derivado de ἱλάσκομαι, indicando que los traductores veían este acto de perdón como algo que implicaba expiación y reconciliación. La elección de ἱλάσκομαι en este pasaje refleja cómo los traductores de la LXX no distinguieron estrictamente entre el perdón y la expiación, sino que los vieron como aspectos complementarios de la obra de Dios.
Este enfoque en Daniel 9:9 refuerza la idea de que el perdón en el contexto bíblico no es meramente el acto de olvidar o pasar por alto las transgresiones, sino que involucra un proceso en el cual la justicia de Dios se satisface y la relación rota se restaura. El uso de ἱλάσκομαι para traducir סָלַח (perdón) en este contexto sugiere que, teológicamente, los traductores consideraron que el perdón divino siempre implica algún tipo de reconciliación sacrificial.
5. Salmo 130:4 y la Traducción como ἱλασμός
El Salmo 130:4 dice: "Pero en ti hay perdón, para que seas temido." En hebreo, se usa nuevamente סַלְחָה, y en la LXX se traduce como ἱλασμός (hilasmós), que se refiere a la propiciación o expiación. Este es otro ejemplo en el que los traductores de la LXX interpretan el perdón de Dios como algo que va más allá de una mera liberación de la culpa; implica un acto de expiación que restaura y reconcilia.
El uso de ἱλασμός para traducir סַלְחָה en este contexto sugiere que los traductores veían el perdón como algo que está íntimamente relacionado con el proceso de expiación. No es un acto aislado, sino parte de una economía divina en la que el pecado se cubre y la justicia de Dios se revela.
6. Implicaciones y Reflexión Teológica
Los ejemplos de Isaías 22:14, Salmo 103:3, Daniel 9:9 y Salmo 130:4 en la LXX demuestran que los traductores no distinguieron de manera estricta entre el perdón y la expiación. En lugar de eso, trataron estos conceptos como sinónimos o partes del mismo proceso divino de reconciliación. Esto sugiere que, en el pensamiento de los traductores, la expiación no es simplemente un acto ritual para cubrir el pecado, sino que es el fundamento para el perdón y la restauración de la relación con Dios.
La implicación teológica de esta flexibilidad es profunda: muestra que el acto de perdonar de Dios en la Biblia es un acto integral que involucra tanto la justicia (expiación) como la misericordia (perdón). La expiación no es un fin en sí misma, sino el medio para llegar al perdón y la reconciliación. Este entendimiento es fundamental para apreciar la profundidad del amor y la misericordia divina, que no solo cubre el pecado, sino que lo elimina, restaurando completamente al pecador.
Conclusión
En resumen, la LXX evidencia un enfoque teológico en el que כָּפַר, סָלַח, ἀφίημι y ἱλάσκομαι se usan de manera intercambiable para expresar un proceso integral de expiación y perdón. Los traductores vieron en estos términos no solo actos separados, sino un todo unificado en el cual Dios, a través de su justicia y misericordia, restaura a su pueblo. Este enfoque nos invita a considerar la interdependencia de estos conceptos en nuestra comprensión teológica y en nuestra interpretación de la obra redentora de Dios a lo largo de las Escrituras.
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